viernes, 27 de mayo de 2011

PREUCUPANTES NIVELES ESTRES EN GENDARMES DENUNCIA ANSOG

Realidad afecta diariamente a 1.500 funcionarios de los 14.500 que hay en todo el país:Uno de cada diez gendarmes está con licencia médica, la mayoría por problemas psicológicos

Baja dotación, largos turnos y la presión del trabajo llevan a más de la mitad a desertar antes de los 10 años de servicio.  

SOLEDAD NEIRA
"Cada salida a los tribunales, al hospital, es un estrés. Hay que andar muy atento: que (el reo) no se fugue, que no lo "rescaten", que familiares o las víctimas no lo agredan, lo apedreen y a nosotros por protegerlos". Así explica el suboficial César San Martín, del penal Alto Bonito en Puerto Montt, las complejas jornadas que día a día deben vivir los gendarmes del país.
La baja dotación de personal, la tensión del trabajo carcelario y los extensos turnos son parte de los problemas que han llevado a que diariamente el 10% de los funcionarios presente licencia médica, principalmente por problemas psicológicos.
Según los datos que maneja el director de la institución, Luis Masferrer, más de 1.500 de los 14 mil trabajadores sufren estos cuadros. Incluso dos funcionarios se suicidaron en los últimos 4 meses en sus puestos de vigilancia en Arica y Vallenar, mientras que en los últimos 18 meses ha habido una veintena de "intentos de suicidio", según confirma Boris Henríquez, secretario de la Asociación Nacional de Funcionarios de Prisiones.
La difícil situación de trabajar con personas "que son un peligro para la sociedad", como dice César San Martín, se complica más al revelarse que más de la mitad de los gendarmes deserta de sus labores antes de los 10 años de servicio.
"Están siempre observándonos, esperando que caigamos en la rutina, que se nos quede una reja abierta", cuenta San Martín.
El temor que genera el trabajo con los delincuentes se ratifica aún más según los datos de la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería. Su presidente, sargento primero Raúl Marechal, explica que entre 2009 y 2010 hubo más de 1.400 agresiones a funcionarios.
Piden apoyo
"Necesitamos psicólogos o psiquiatras, aunque sea por horas, para que nos ayuden a contener especialmente a los más jóvenes, que son los que soportan el mayor estrés", dice San Martín. El problema es que Gendarmería cuenta con "tres psicólogos y dos psiquiatras, para 4 mil funcionarios en la Región Metropolitana", explica Marechal.
Para Luis Masferrer, este problema se debe enfrentar, por ejemplo, potenciando la unidad médica de salud mental, mientras se hace un diagnóstico que evalúe las dotaciones ideales que deben tener los penales.
El hacinamiento carcelario, otro de los grandes problemas que afectan el trabajo, también será combatido. Al respecto, la subsecretaria de Justicia, Patricia Pérez, afirma que ya se está contratando una asesoría internacional que ayude a resolver el tema.
81,6%de las licencias otorgadas a los gendarmes se relacionan a cuadros depresivos, calificados como "enfermedad o cuadro común".
1.400agresiones han sufrido los funcionarios entre 2009 y 2010, según la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería.



 Consecuencias en la familia
La compleja vida laboral no sólo afecta a los gendarmes, sino que también a sus familias. De hecho, más de la mitad se separa, según revela el sargento 1° Juan Marechal, presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería.
Los largos turnos de hasta 25 días seguidos, trabajo en fiestas patrias, navidad y año nuevo y muy pocas alternativas de pasatiempos, los alejan de a poco de sus familias.
"Salen destruidos. Día y noche. Van al médico, les dan licencia por cinco días. Los que se quedan asumen los turnos y salen igual cuando el otro regresa", dice Marechal.

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